El desarrollo sostenible de software se ocupa de reducir el impacto ambiental a lo largo de su ciclo de vida, se logra con la optimización del uso de recursos, menos emisiones de carbono y la implementación de prácticas de desarrollo eficaz. Para ello, los desarrolladores pueden utilizar servidores eficientes en energía, adoptar la virtualización y el despliegue en la nube perfeccionando el código para reducir el consumo de energía.
Sin embargo, cuando un equipo actúa de manera ahorrativa o con prisas en el desarrollo de software o en la planificación de las infraestructuras informáticas, este ahorro se acaba pagando en forma de duda técnica.
Entonces, se conoce como deuda técnica a los errores o deficiencias, ya sean deliberadas o involuntarias en el desarrollo del código de un software. Las modificaciones y acciones de mantenimiento posteriores frenan la productividad y generan elevados costos adicionales. Para reducir la deuda técnica se requiere:
Capacitación y entrenamiento: debido al constante avance de la tecnología, es sumamente importante que los colaboradores realicen capacitaciones constantes a fin de contar con herramientas y conocimientos necesarios para afrontar problemas actuales del ámbito.
Programación en pares: resulta eficiente debido a que mientras un programador escribe el código, el otro lo revisa, esto mejora la calidad del diseño, reduce defectos y mejora habilidades técnicas.
Refactorización: esta técnica mejora el código en su estructura sin afectar las funcionalidades.
Integración continua: apresura el desarrollo y permite que el equipo pueda generar una versión entregable del producto software en cualquier momento.
Procesos estandarizados: contribuye a incrementar la calidad del software reduciendo la cantidad de defectos.
Actualización: es fundamental que las herramientas siempre se encuentren actualizadas a fin de realizar la medición y el análisis de errores.
Diseño claro de códigos: para ello se debe implementar la división en clases, métodos comprensibles y escritura legible para programadores posteriores o externos.
Asignación acorde de las tareas: las responsabilidades deben ser claras y deben estar distribuidas correctamente a fin de evitar duplicaciones, redundancias o acciones contraproducentes.
